Semanas antes del 21 de septiembre, diversas organizaciones sociales y civiles ya se preparaban para el gran día, y haciendo uso de las redes sociales, se dieron a la tarea de hacer un llamado mundial para salir a las calles y hacer uso del espacio público para unir las voces en un solo grito de “Justicia Climática” y “Acciones, no palabras”. El día llegó y según la organización Avaaz, más de 675,000 personas, en alrededor de 162 ciudades, salieron a las calles y marcharon en franca exigencia para que los gobiernos tomen acciones urgentes y hagan frente a una responsabilidad inédita e impostergable: la lucha contra el cambio climático.
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